FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
El conocimiento como material del saber del ser humano se encuentra constantemente en proceso de construcción, nadie puede afirmar que ha llegado al límite de este ejercicio puesto que día a día esta práctica demanda una serie de retos que las personas deben afrontar, por tanto, la experiencia humana que conlleva a construir conocimiento requiere que exista relación entre los actores que son fundamentales en el proceso de esta actividad: el sujeto y el objeto, siendo el primero quien indaga, consulta, adquiere o es dueño de la información y el segundo como el acto, fenómeno, problema, tema o idea sobre la cual el sujeto va a investigar. (Arias, 2012, p. 13)
En ese orden de ideas, hay que partir de la premisa que el conocimiento tiene en sí mismo, dos tipos: uno vulgar o común y otro el científico (Arias, 2012, p. 14). Estos conocimientos son totalmente diferentes el uno del otro, inicialmente es conveniente ser consciente de que el conocimiento común, es aquel que se sitúa en las actividades u oficios que se ejercen en lo relacionado a lo empírico, la practicidad o que no requiere ningún proceso riguroso de aprendizaje, más que todo es el motivado por la conducta social o interior de quien lo busca o pone en práctica.
Por otro lado, se encuentra el conocimiento científico, el cual es aquel caracterizado por tener un método científico, es decir, en este se lleva a cabo un paso a paso de estrategias o elementos que van hilvanando la investigación sobre una necesidad especifica ya sea de tipo social, educativo o de cualquier disciplina. En este proceso de generar conocimiento científico se parte de una pregunta de investigación, la cual le da fundamento a la investigación y define el hilo conductor de los aspectos con los que estará relacionada dicha actividad, así mismo, se tienen en cuenta aspectos de referentes bibliográficos que orienten la investigación o sirvan como base a la misma.
Todo ello con la intención de llegar por fin a unos resultados obtenidos de todo este proceso, los cuales, pueden llamarse, resultados de investigación o conocimientos científicos, puesto que nacen de la puesta en práctica del método científico.
Dicho lo anterior, es importante dejar claro la conceptualización de tal método que se sobrepone a los otros métodos que puedan existir en el mundo, dado que con este se mantiene y sostiene la posibilidad de corroborar la existencia de leyes o teorías deducidas por el ser humano, lo que permitirá obviamente dar rigurosidad y efectividad a esta práctica de investigación; de la misma manera, se permite a sí mismo, poner en contraste diferentes resultados, acciones o usos a fin de llegar a una verdad plena de lo indagado.
Trabajar bajo parámetros del método científico implica, además, desarrollar ideas que se entrelacen, que una pueda derivar o tomar de la otra y proponer luego de diferentes acciones de investigación o interacción sujeto- objeto una nueva idea o concepto originado dentro de la ejecución de cambios dentro del mismo método. Por tanto, hay en él, características y premisas que lo convierten en un método generador de verdades por su capacidad de verificare y explicarse de manera clara y concisa.
De esta manera, el conocimiento científico emana de las actividades planteadas en el método científico, dándole cierta superioridad, veracidad y rigurosidad a los saberes, teorías o resultados obtenidos, por ende, estos dos conceptos guardan relación, debido a que sus productos o premisas son justificadas con la garantía formal y válida de lo planteado al finalizar la investigación. (Producto de investigación). (Abero, Beraldi, Capocasale, García, y Rojas, 2015, p. 33)
Desarrollar conocimientos científicos implica labores que trascienden aspectos triviales, debido a que demandan el conocimiento de elementos realmente importantes de una investigación, teniendo en cuenta que esta última está diseñada para que, de manera paulatina, se describan sucesos, se alcancen saberes, comprueben hipótesis dentro de una necesidad proporcionada por un contexto.
Por tanto, el ejercicio de investigar se puede definir como una actividad con carácter objetivo y subjetivo, dado que en cierta medida se fundamenta en teorías, procedimientos, referentes o elementos desarrollados por la práctica científica, lo que vendría a ser los aspecto objetivos; pero en contraparte se encuentra el elemento subjetivo, el cual procede de situaciones netamente humanas pues trata de los elementos adquiridos por el sujeto investigador y no por factores externos al mismo (Abero et al., 2015, p. 26).
En su necesidad de aplicar aspectos objetivos a una investigación sobre un contexto, es conveniente tomar como base o fundamento teórico, elementos que se encuentren presentes o constituidos como teorías de aprendizaje y/o paradigmas investigativos o sociales, estos encaminarán el derrotero por el cual se debe andar. Son los paradigmas lo que establecen la guía conveniente de acuerdo al tipo de investigación que se está ejerciendo. Esta descripción va inmersa en el diseño metodológico del proceso investigativo, la cual describe paso a paso, los aspectos llevados a cabo en el ejercicio de construir un nuevo conocimiento científico desde lo objetivo y subjetivo.
Por consiguiente, es el paradigma la estrategia que engrana todo el sistema de aspectos comprobados sobre una realidad, así mismo, describe información de lo relacionado a la perspectiva mundial y la importancia que los seres humanos ocupan en el globo terráqueo, todo esto en conjunto permite identificar y caracterizar las diversas relaciones que dicho paradigma permite aplicar en la investigación llevada. De esta manera, es este elemento una de las principales herramientas objetivas y teóricas que se deben tener presentes al momento de ejecutar los pasos del método científico (Ramos, 2015, p.9).
Todo lo dicho en las líneas anteriores describen los elementos importantes, suficientes y necesarios para la construcción del conocimiento, sin embargo, es conveniente e importante dejar claro que este conocimiento científico hacer parte del ejercicio de hacer ciencia, siendo esta la forma como se abordan los temas que necesitan ser resueltos, nacidos de una necesidad real o una situación de dificultad presente en un contexto. Por lo tanto, la ciencia sirve para resolver los problemas de la sociedad, por ello, una de las características del método científico es que este debe ser pertinente, es decir, que resuelva problemas reales de un contexto, indistintamente al tipo de disciplina científica sobre la cual se esté investigando, ya sea una ciencia básica, física, teórica, lo importante es que la resolución de dicho problema tenga los resultados necesarios y requeridos por el objeto de investigación.
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